Formar, trabajar, emprender y mejorar

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Por Alberto Espinosa López

El momento actual requiere hacer un alto en el camino: pensar, analizar, reflexionar y tomar decisiones. Yo creo que todo comienza por comprender qué significa ser humano, entender que tenemos la capacidad de formarnos, de aprender, crecer y desarrollarnos para aprovechar nuestros talentos, capacidades y potencialidades, vivir plenamente y aportar todo lo que nuestro entorno requiere.

Cuando una pareja decide que quiere traer un hijo al mundo tiene que tener conciencia y total claridad de lo que eso significa y asumir la responsabilidad de darle a esa criatura la posibilidad de convertirse en un ser plenamente humano. Para esto tiene que prepararse, entendiendo las etapas de crecimiento del niño y ofreciéndole todo lo que requiere para desarrollarse adecuadamente.

La sociedad en su conjunto tiene que preparar a esa pareja para que tome las decisiones necesarias y ofrecerle la capacitación que le permita formar una familia, que es la célula fundamental de la sociedad, pues en el hogar es donde el niño recibe el ejemplo que es la base de lo que llegará a ser.

En la medida en que el hogar no ofrece las condiciones necesarias, la sociedad tiene que proveer educación a niños y adolescentes para que aprendan, comprendan y puedan manejar la sexualidad con total conciencia de sus actos y formen parejas capaces de construir una familia funcional.

La formación del ser humano comienza en el hogar, con el afecto, el cariño y el ejemplo de los padres, con las vivencias y experiencias, con el esfuerzo, método, orden y disciplina, exigencias y límites, transmitiendo creencias valores actitudes y comportamientos. El Estado a través del cuidado y la educación soporta la primera infancia para apoyar a los padres en esta labor esencial para formar a los ciudadanos del futuro.

La educación básica y media debe formar, en conjunto con la familia, al niño para que se convierta en un joven íntegro responsable y solidario y esto se logra principalmente a través del ejemplo, del liderazgo de padres, maestros, directivos docentes, autoridades, medios de comunicación y todos los integrantes de la comunidad.

Jóvenes bien formados comprenden que su futuro depende de su deseo de superación, del esfuerzo, dedicación y disciplina, con la actitud adecuada basada en creencias y valores sólidos que le den sentido a su vida, le permitan tener sueños y convertirlos en realidades.

Los jóvenes tienen que comprender que son los responsables de sus vidas, que el Estado puede proveer algunos servicios básicos pero que el desarrollo, el progreso y el mejoramiento no dependen de los demás.

A partir de la protesta con destrucción, bloqueos, vandalismo y caos lo único que se promueve es el desorden, el desempleo, la pobreza, la miseria, el odio de clases, el resentimiento y la desolación.

Para superar las dificultades generadas por la pandemia, el desempleo y la quiebra de empresas de todos los tamaños, se requiere el compromiso de todos los ciudadanos para generar riqueza, identificar necesidades insatisfechas de productos y servicios en cualquier lugar del mundo, analizar los talentos y ventajas competitivas que nos permitan aprovechar las oportunidades mejor que cualquier otro.

Los colombianos han demostrado que tienen talento, hay miles de ejemplos de personas que han triunfado en Estados Unidos, Venezuela, España y muchos otros países, en múltiples sectores y actividades, donde han demostrado que son creativos, innovadores y recursivos.

Es responsabilidad de todos los líderes (espirituales, académicos, sociales, empresariales, políticos, sindicales, etc.) identificar las fortalezas, debilidades, necesidades, dificultades, insatisfacciones, amenazas y oportunidades para orientar a sus seguidores en la construcción de una mejor calidad de vida y un mejor país formando individuos íntegros, responsables y solidarios.

Debemos empezar por liderarnos a nosotros mismos, definir creencias, valores, identificar nuestros talentos, intereses, gustos y pasiones para construir un proyecto de vida con sueños, metas, estrategias y planes de acción que nos permitan avanzar en un proceso de mejoramiento personal que nos conduzca a convertir esos sueños en realidades.

No esperemos a los que los demás cambien empecemos por cambiar nosotros con esfuerzo, determinación, disciplina y generosidad, aportando todo lo que esté a nuestro alcance, construyendo comunidades que progresan, se desarrollan y generan oportunidades para todos.

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